Una estufa de gas puede ser la mejor adición a cualquier hogar. Pueden proporcionar una forma más eficiente de calentarse, y pueden reducir el costo total de su factura de servicios públicos. La parte más importante de mantener una estufa de gas es simplemente saber cómo funcionan, y lo que necesita hacer para mantenerla funcionando de manera segura.

Antes de comprar una estufa a gas, primero debes determinar si tienes el entorno adecuado para este tipo de calefacción.

Una estufa a gas funciona basándose en el principio del quemador de llama piloto. Al girar la perilla alrededor del dial, permite que el gas pase desde el tanque hasta la llama dentro de la estufa y se encienda. Si la perilla se gira hacia atrás, ésta cierra la válvula y detiene el flujo de gas.

Estas son las únicas piezas móviles en una estufa a gas, por lo que pueden ser confiables y duraderas. Además, requieren muy poca energía para encenderse o apagarse.

Principio básico

La mayoría de las estufas a gas se basan en dos principios básicos: un quemador y un dispositivo de encendido. Los quemadores son similares a los que se utilizan en bombillas incandescentes: cuando se aplica calor, comienzan a brillar. En las estufas, sin embargo, la llama no produce luz visible; produce calor para calentar la habitación.

Una estufa a gas puede quemar combustibles naturales tales como el gas de cocina o queroseno, o un gas licuado del petróleo (GLP).Un quemador típico usa un sistema de mecha, piloto y llama principal para encender el hornillo. El aire necesario para la combustión se toma del exterior y se calienta por el proceso de combustión dentro de la cámara de combustión.

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